El networking profesional hace referencia a la creación de relaciones profesionales mediante una red de contactos para mejorar nuestro desarrollo profesional o nuestro negocio.
Se trata de conocer a personas que nos puedan favorecer el camino hacia nuestros objetivos laborales, como por ejemplo encontrar trabajo, clientes, socios, inversores, adquirir nuevos conocimientos, dar a conocer nuestros productos, o ampliar nuestras oportunidades comerciales.
Sin una relación de confianza, es muy difícil iniciar un negocio con alguien, o recomendar a una persona u organización a un tercero.
No colaboramos con personas que nos parecen desagradables o egoístas, en el mejor de los casos trabajamos con ellas en una relación mercantil, es decir nos tienen que pagar por colaborar con ellos, y eso no es networking.
Ese “feeling” con los nuevos contactos, lo solemos captar muy bien en persona, de ahí que muchas relaciones laborales de networking se hayan iniciado presencialmente, aunque posteriormente la relación haya continuado online.
Al llegar la pandemia, todos nos hemos visto obligados a comunicarnos en la distancia, y nos hemos dado cuenta que también podemos iniciar relaciones laborales online de confianza, con menos esfuerzo y ahorrando costes.
Lejos de aislarnos, aunque separados, hemos estado más conectados que nunca, incluso hemos afianzado algunas relaciones anteriores, al tener más disponibilidad delante de una pantalla o teléfono móvil, sin salir del domicilio.
Determinadas plataformas digitales, nos han permitido tener mayor visibilidad en ciertas reuniones, eventos o webinars online, incluso con personas de distintos países.
Hemos podido interactuar más y llegar a otros contactos de calidad, en menos tiempo de lo que nos habría costado de forma presencial, y además en la mayor parte de los casos de forma gratuita.
Debido al confinamiento y a las medidas de prevención del COVID, es posible que algunos perfiles profesionales deban replantear su estrategia de networking online, para dirigirse hacia nuevas oportunidades profesionales, e incluso cambiar de sector de forma temporal.
Para eso necesitan manejar bien la tecnología y aprender a comunicarse de forma eficaz online, tanto de forma escrita, en sus presentaciones visuales y videoconferencias, y por supuesto optimizar su comunicación oral.
Por ejemplo, en los procesos de Outplacement, el aprendizaje de competencias digitales es esencial para saber manejar las plataformas de búsqueda de empleo, las redes sociales o la búsqueda de contactos adecuados para encontrar trabajo.
Ningún perfil profesional se queda fuera del networking online, todos podemos establecer relaciones laborales digitales que nos ayuden a desarrollarnos o transformar nuestra trayectoria profesional hacia nuevas oportunidades.
Algunos ejemplos del incremento del networking virtual durante el COVID, ha sido el uso de Apps para poner en contacto a profesionales como Shapr o Neting. Los eventos y webinars presentes en redes como LinkedIn, o el incremento exponencial de descargas de aplicaciones y plataformas de mensajería instantánea como, los grupos Slack, Google Meet, Skype, Zoom, Adobe Connect, o WebEx.
Para realizar un networking virtual de calidad, en primer lugar, necesitamos tener claro nuestro objetivo laboral para focalizar nuestra estrategia a la hora de hacer contactos.
Necesitamos saber el “para qué” queremos acceder a ese contacto en específico, o si tenemos que hablar a un grupo de contactos, o a sólo una persona.
El propósito hacia un contacto u otro, nos hace cambiar el mensaje, el canal y la presentación. Si estos aspectos no los tenemos claros, podemos llegar a acceder a esa persona idónea, pero luego no sacarle partido a esa relación, porque nos sabemos en qué podemos ayudarle, y mucho menos en qué nos puede ayudar a nosotros.
Hablamos de ayudar, y es que, de acuerdo a nuestras competencias técnicas, personales o por nuestro negocio, debemos tener claro qué podemos aportar nosotros en esas relaciones, y ponerlo en valor.
Las relaciones se suelen iniciar de acuerdo a lo que aportamos a los demás, no a lo que les pedimos.
Por ejemplo, si buscamos empleo debemos trabajar nuestros perfiles profesionales y CV Digital. Trabajar en nuestro CV nos hace más consciente de nuestras competencias y de las acciones relevantes de nuestro trabajo para ponerlas en valor. Así nuestra presentación no se basará en pedir, sino en ofrecer.
Sabiendo cuál es nuestra aportación como profesionales, ponemos en valor nuestras fortalezas y las ofrecemos a los demás. Así, se crean los trabajos colaborativos que aportan valor entre una red de contactos de calidad, siendo esta actuación la que repercute en nuestra trayectoria profesional rápidamente y de forma positiva.
Otro elemento a tener en cuenta es establecer muy bien los canales y plataformas con los que vamos a contactar o a darnos a conocer, y de acuerdo a ellos, adaptar nuestra presentación, mensaje y lenguaje. Si aburrimos, o nos vamos por las ramas, estamos a un “click” de que nos apaguen.
Nuestro mensaje debe ser claro, positivo, dirigido hacia un objetivo concreto y cortito.
Por otro lado, tendremos en cuenta qué contactos “palanca” nos pueden ayudar en la obtención de nuestra meta profesional, y detectaremos también los que nos pueden entorpecer o desfavorecer.
Por último, es fundamental salvaguardar nuestra presencia en internet y en las redes. Nuestros mensajes, imagen y propósito deben ir en la misma dirección, porque la coherencia favorece la confianza.
Esperamos que estas pautas te hayan servido.
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